A pesar de que su origen es incierto, la palabra «falafel» viene de la palabra árabe فلفل (filfil), que significa pimiento. El faláfel (al menos al estilo de Oriente Medio) está hecho con habas, garbanzos o una combinación de ambos. La variante egipcia, llamada ta`miyya (طعمية), emplea exclusivamente habas. Lo que hace diferente al faláfel de otras albóndigas, es que las habas o garbanzos no se cuecen: simplemente se ponen en agua hasta que se ablandan y luego se trituran (se les puede quitar la piel antes) mezclados con ajo y una buena cantidad de cilantro, principalmente, para formar una pasta. Con esa pasta se hacen unas bolas achatadas (con esta forma posteriormente se pueden meter en pan de pita) que se fríen en abundante aceite.
Método de Preparación
Los falafel están fritos en aceite. Solo se necesita recalentarlos en una sartén, horno convencional u horno eléctrico.